SAMURADIPEN

Ayer estuvimos en el acto conmemorativo de Samudaripen, día en el que recordamos a las víctimas del Holocausto gitano y de la Gran Redada. Este año el acto ha adquirido una especial relevancia ya que es el 600 Aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a España. Para entender el contexto y la importancia de la conmemoración de este día, es importante contar con unas nociones previas de historia gitana, que casualmente es una de las grandes asignaturas pendientes de Memoria de nuestro país.

Un 30 de julio, pero de 1749 tuvo lugar uno de los capítulos de la historia de nuestro país más cruentos y lamentables con la población gitana. El Obispo Vázquez Tablada inició el plan de exterminio que continuo el Marqués de Ensenada y autorizo el Rey Fernando VI. Las directrices eran claras y directas, a partir del 29 de julio, todos los oficiales tenían orden de detener a cualquier persona de etnia gitana, sin importar el género o la edad, alcanzando las 10.000 detenciones. Hombres, mujeres, niñas y niños fueron apresados, separados y redistribuidos para realizar distintos tipos de trabajo forzado. Posteriormente recluidos en barrios y localizaciones marginales, para facilitar su aislamiento y hacinamiento. Las condiciones de vida de la población gitana eran lamentables y humillantes, perdurando esta situación hasta 1765, cobrándose entretanto la vida de muchas y muchos gitanos, ya fuera por la intensidad del esfuerzo físico o por la situación de insalubridad y hambruna en la que se encontraban. Unos cuantos años después, en fechas similares, durante el transcurso de la II Guerra Mundial, durante la noche entre el 2 y 3 de agosto de 1944, asesinaron a más de 4.200-4.300 personas gitanas en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau. Siendo este acto, parte del plan a gran escala del régimen Nazi para el exterminio la población gitana en su totalidad.

Esta fecha marcada en el calendario que nos recuerda y nos hace tener más presente que nunca la fragilidad de los derechos sociales y la importancia de su constante lucha y reivindicación, especialmente en los tiempos que estamos viviendo. No paramos de ver noticias sobre persecuciones y «cacerías» a grupos de inmigrantes, los mensajes y la propaganda de odio resuenan cada vez con más fuerza e intensidad tanto en redes sociales como en la vida cotidiana debido al resurgimiento del fascismo y el auge de la extrema derecha. Y por supuesto, por el Genocidio que está siendo perpetrado en Palestina y ante el que las Naciones permanecen impasibles. Durante el acto, tuvimos la oportunidad de atender a un evento cargado de emotividad, simbolismo, historia y protesta. Donde distintas autoridades del Movimiento Gitano y de las Instituciones Públicas dieron discursos cargados de significado, lucha, visibilidad y reconocimiento. Además, contamos con la actuación de la Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas y su interpretación del «Gelem Gelem», «Todos muertos» y “Samudaripen, Amén, Amén, Amén”, que sin duda nos sobrecogió a todas las allí presentes.

Acudir y ser parte de estos actos y dar el lugar que corresponde a los grupos oprimidos históricamente y sumarnos a estas reivindicaciones ayuda a reparar los daños del pasado y construir un presente y futuro inclusivo, democrático e igualitario. La memoria es imprescindible, sin ella estamos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez, no lo olvidemos nunca.